Un estudio revela que la piratería podría beneficiar al cine

Hoy nos preguntamos: ¿Es la piratería online un mal a combatir o puede en ciertos casos ser un medio de difusión e incluso ganancias para cierto tipo de película que debe competir con las mega producciones de Hollywood?

Cuando las autoridades de EEUU clausuraron el servicio de descargas Megaupload, muchas grandes productoras y distribuidoras de cine celebraron, pensando que la época de las descargas ilegales en Internet había terminado.

Pero, veintiún meses después, parece que la cosa no era para tanto. Y no solo eso: un estudio relacionado con la Universidad Ludwig-Maximillians refleja que las películas independientes y de bajo presupuesto se han visto perjudicadas por las medidas antipiratería.

Los tres economistas responsables del texto han analizado datos de taquilla anteriores y posteriores al 19 de enero de 2012, fecha fatídica en la que Kim Dotcom sufrió la visita del FBI y debió cerrar su compañía.

Esta es la conclusión a la que llegaron: “Solo los grandes blockbusters se han beneficiado del cierre de Megaupload”, para luego agregar: “la gran mayoría de las películas de presupuesto mediano y bajo se han visto afectadas negativamente”.

El motivo de este fenómeno es que, si bien las descargas ilegítimas generan pérdidas de ingresos directos en taquilla, también producen consecuencias positivas, cuando “la información sobre la calidad de un filme pasa de los piratas a los compradores”.

Hollywood tiene todo un aparato de fomento, pero otras películas menos opulentas dependen del “boca a boca” para despertar interés entre las masas. Y ese “boca a boca” depende mucho de que espectadores piratas la recomienden a otros que van al cine, y así generan ingresos comerciales.

Tras el asalto a Megaupload, esta comunicación de cinéfilo a cinéfilo se vio drásticamente reducida, mientras que la exposición mediática de los filmes permaneció igual. Y, dado que las reseñas entre usuarios son cada vez más importantes a la hora de valorar qué películas queremos ver, el resultado fue un perjuicio económico para las películas pequeñas.

Los creadores de Game of Thrones entendieron esta ventaja, y gracias a los deseos de su público de bajarse cada capítulo en cuanto este se ha emitido, les generó más ganancias en ventas en DVD que pérdidas.

A la que no le gustó nada el estudio es a la Motion Picture Association of America (MPAA), ente que regula el poder Hollywood.

Su portavoz, Kate Bedingfield, cuestionó al equipo germano-danés haber olvidado la importancia de recaudar en las taquillas, sin importar el tamaño de la película en cuestión. Claro,  una defensa de la piratería es un ataque directo a la industria.

El informe sí hace hincapié en dicho factor, pero sobre todo al estudiar los perjuicios que sufren los filmes independientes cuando se retrasa su fecha de estreno, sobre todo a causa del estreno de una película más grande, de un estudio mayor.

Lo que cabe preguntarse es, si en una época donde la gente va cada vez menos al cine, la industria es la que debe adaptarse a los hábitos de la gente, buscando sus modos alternativos de rentabilizar, dado que el consumo pirata es una realidad.

Y, por otra parte, la segunda industria norteamericana a nivel mundial como el cine, segunda solo detrás de la armamentística, siempre fue potente en otros mercados, tratando de eliminar a los films locales para maximizar su beneficio.

¿No es hora de que se adapte al juego y se vuelva humilde, dado que espectadores de otras naciones prefieren bajar o piratear sus películas antes que pagar por verlas?