Choca con los ojos vendados por una gasa simulando a una persona que no puede ver o invidente

Una mujer invidente recupera la vista por un trastorno de identidad

Una de sus múltiples personalidades le permite recuperar por completo la vista

Esta mujer padece un trastorno de identidad disociativo, presentando múltiples personalidades. Sin embargo, lo que más llamó la atención de la comunidad médica es que cuando tenía casi 20 años, sufrió un accidente traumático que le hizo perder la visión por completo. A partir del incidente, los médicos le habían diagnosticado ceguera cortical, causada por el daño cerebral ocasionado.

Lo más asombroso de todo es que ella, al padecer un TID (Trastorno de Identidad Disociativa) y cuando adopta una personalidad en concreto,  puede volver a ver de forma totalmente clara y precisa.

Según el informe emitido por el doctor alemán Bruno Waldvogel y el profesor asociado de psicología médica del Instituto de Medicina Psicológica de Munich (IMP), Hans Strasburger, quienes trataron a la paciente, la joven tiene más de 10 personalidades que cambian espontáneamente. “En cada una de ellas adoptaba un nombre, edad, género, aptitudes y temperamento diferentes. En algunos casos, incluso habla distintos idiomas”, dice el informe, recientemente publicado en la revista especializada PsyCh Journal.

Una mujer bailando con su silueta repetida varias veces simulando una repetición
Ella tenía más de 10 personalidades que cambiaba espontáneamente | Getty Images

Sin embargo, lo más sorprendente fue cuando, en la cuarta sesión de consulta, encarnando la identidad de un muchacho adolescente, recuperó la visión de repente. “Al principio eran solo letras, pero después, muy rápidamente, comenzó a visualizar objetos,  hasta que llegó a recuperar la visión por completo”, describió.

Los doctores comenzaron a utilizar técnicas hipnoterapéuticas, y su capacidad visual “se extendió a otras identidades o estados de personalidad”, aseguró. Desconcertando a todos, concluyeron que la ceguera no era cortical, porque no se debía al traumatismo craneoencefálico tras el accidente, sino que  se trataba de una ceguera “psicológica”, una “perturbación psicógena de la visión”, tal y como la describió Sigmund Freud en 1910.

“Nunca se había dado hasta ahora que una persona pudiera ser ciega y ver a la vez, según la personalidad que adopte. El hecho de que recuperara la vista repentinamente es muy revelador”, puntualizó Strasburger.

De acuerdo con los doctores, este caso demuestra que las diferencias entre los estados de la personalidad “varían según la información sensorial y tienen fundamentos biológicos”.