El año pasado, Disney lanzó Disney Infinity, un videojuego en el que los usuarios pueden hacer interactuar a distintos personajes, crear y combinar universos de tanques como Los piratas del Caribe, Cars, Los Increíbles, Los Vengadores y, recientemente, Guardianes de la Galaxia, entre muchos otros.
El videojuego representa el infinito, la posibilidad de crear nuevos mundos, hacer uso de juegos diseñados por otros, juntar a todos los universos y personajes y dar rienda suelta a la creatividad y al caos. En las antípodas de Disney Infinity y de Disney, tenemos a un grupo de jóvenes argentinos que decidió que necesitábamos un juego, que reflejara un poco esta cultura. Con esa idea en mente, diseñaron el Pewma, que significa sueños, un juego para iOS y Android inspirado en la cultura mapuche y sus costumbres.
Si bien todavía se debate si los mapuches son originarios de Chile o de Argentina, el estudio Chimango Games eligió a dicha cultura como representante argentina, cansados de miles de videojuegos sin identidad y sin intención alguna de transmitir valores o costumbres de ningún tipo.
Después de encontrar unos jeroglíficos que les encantaron, los 6 jóvenes empezaron a desarrollar el videojuego, que consiste en hacer que un pájaro de fuegosalido de un ritual sortee diversos obstáculos hasta el final, al que solo han podido llegar, hasta ahora, 3 personas.
“Investigamos el idioma mapuche y los instrumentos de la zona. El músico eligió el nombre e hizo una vocalización muy buena inspirada en sus sonidos”, comenta Agustín Pérez Fernández, uno de los creadores, quien agrega que si bien el juego no es educativo, buscaron “que algo tenga, para que la gente se inunde un poco en la cultura mapuche y que se note que es argentino. Que tenga una cultura argentina nacional”, detalla.
El equipo, Chimango Games, está compuesto por dos santafesinos y un porteño. El nombre del grupo también es representativo de la cultura local, ya que el chimangoes un ave de América latina.
Pewma es el primer videojuego que lanzan, pero planean crear más con la misma premisa. Pérez Fernández explica cómo surgió la idea: “Queríamos hacer un producto propio, que sea autóctono y se sienta argentino. No queríamos una estética extranjera ni bélica, queríamos algo pacífico”.
Es que se trata de un juego bastante adictivo, según comentan, pero no tanto, teniendo en cuenta que la intención de sus programadores no es generar adicción, como ocurre con muchos juegos para PlayStation, Xbox o Wii, entre ellos, el mencionado Disney Infinity.
La idea es que no tenga demasiados niveles justamente para no fomentar la adicción. Después de todo, el objetivo es transmitir algunos de los valores de las culturas precolombinas, entre los cuales suponemos no se encontraba la armonización del hombre con las consolas de videojuegos o los sistemas operativos móviles.
Habrá que esperar entonces para ver cómo se insertan los mapuches en el universo gamer. Y los chicos de Chimango estarán muy expectantes, dadas sus intenciones de desarrollar nuevos juegos con la misma premisa: ofrecer entretenimiento 2.0 pero con conciencia.