Una encuesta del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria (CNSA) de Haití, afirmó que “el 93% de las familias involucradas en el programa Pro Huerta, mejoraron su situación alimentaria”. Implementado por el INTA, junto al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y la Cancillería, ese programa cumplió 25 años en Argentina y lleva una década en Haití, donde cuenta con más de 21 mil huertas, 5.200 granjas, 1.500 promotores y beneficia a más de 140 mil huerteros familiares.
El informe indicó que “el 86% de las familias dispone de mayor variedad y cantidad de alimentos, por lo que disminuyeron las compras en los mercados y aumentó su autonomía. En consecuencia, el gasto se redujo y pasó, de dos tercios del ingreso mensual promedio, a uno”.
Para Liliana Paredes de Periotti –subsecretaria de Políticas Alimentarias del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación–, el éxito del programa en el país caribeño surge como “resultado del vínculo del poder transmitir herramientas que se apropien en el territorio y que se revaloricen en su espacio”.
“El programa Prohuerta –detalló la subsecretaria– es un claro ejemplo de dar oportunidades para garantizar la seguridad alimentaria y la soberanía, entendiéndolo como un espacio propio de cada habitante, que también permite revalorizar su historia y trayectoria cultural a fin de arraigar aún más las familias”.
Por su parte el presidente del INTA, Francisco Anglesio, coincidió con la subsecretaria y agregó: “La agricultura familiar es un sector priorizado en la política institucional del INTA. Ellos son los garantes de la soberanía alimentaria y, de hecho, producen el 65% de los alimentos que se consumen en la Argentina”.
“Estas son verdaderas políticas públicas que profundizan un modelo inclusivo que abre el acceso a mejores condiciones de vida y de producción”, afirmó Anglesio, quien firmó un acuerdo que amplía la cooperación nacional del programa en Haití hasta el año 2016.
Además, ese proyecto incorporó a la Unasur, que aportará 3 millones de dólares, una suma que permitirá duplicar el alcance y llegar a 37.325 familias, es decir, más de 220 mil personas.
Por su parte, Verónica Piñero –coordinadora nacional del programa Prohuerta del INTA– ponderó la gestión y el fortalecimiento de la versión haitiana del Programa: “Desde hace una década promovemos la seguridad alimentaria de la población mediante la autoproducción de alimentos en huertas orgánicas”.
Asimismo, destacó la importancia del enfoque de redes y la articulación con el gobierno de Haití por “generar esquemas de Cooperación Sur-Sur y Triangular que resultan clave para la ampliación del Proyecto”.
“Es un círculo virtuoso”, subrayó Piñero. “El INTA y el Ministerio de Desarrollo Social aportan los técnicos que capacitan a los promotores haitianos –provistos por una red de asociaciones y organizaciones del país caribeño “quienes, a su vez, asisten a las familias para la realización de las huertas”.
Datos concretos
La encuesta enfatizó que “más del 90% de las familias participantes del programa consume lo producido en sus huertas” y aclara que, antes, esta proporción era solo del 20%. Según estadísticas de Haití, el país importa más del 50% de los alimentos que consume, lo que genera una situación de inseguridad alimentaria muy grave.
A su vez, el 67% de los haitianos señalaron que su salud mejoró, como así también sus vínculos comunitarios y familiares. En este sentido, se percibió que la nueva dieta cubre la mitad de los requerimientos nutricionales de vitamina C, un tercio de los de vitamina B6 y la cuarta parte de los de vitamina A y folatos.